La Química Clínica se ocupa del estudio de los aspectos químicos de la vida humana, con la aplicación de los métodos de laboratorio para el diagnóstico, el seguimiento, el control de tratamiento, la prevención y la investigación de la enfermedad. Los orígenes de esta especialidad datan de hace unos doscientos años, con una lenta evolución durante el siglo pasado y la primera mitad del siglo XX. A partir de los años sesenta, sin embargo, ha experimentado grandes avances, no sólo como consecuencia del empleo de técnicas analíticas de gran exactitud, precisión y sensibilidad, sino también como consecuencia de la profundización en el conocimiento de los aspectos moleculares de la enfermedad.